La potencia literaria de la violencia

Autores/as

  • Nahuel Roldan Universidad Nacional de Quilmes Autor/a
  • Rocco Carbone Universidad Nacional de Quilmes Autor/a

Resumen

En este número dedicado a los cruces entre literatura y violencia
buscamos desbordar la función meramente ilustrativa que con
frecuencia se asigna a la “ficción” y reivindicarla como fuente
empírica para comprender la etiología del delito y el daño social. La
palabra literatura tiene una historia antigua, pues proviene del latín
litteratura y su raíz elemental es littera, que puede traducirse como “la
letra del alfabeto”. Según Quintiliano —pedagogo e historiador
hispanorromano, reputado como el mejor profesor de retórica del
mundo antiguo— en De institutione oratoria, sería un calco griego de
grammatiké. Quiere decir que en sus orígenes parece que la idea de
literatura está ligada a la escritura. Mejor: a los códigos culturales
sometidos al ars de la escritura. El campo de la literatura es el de la
creación estética y su carácter es el de la ficcionalidad, que es un
criterio cuya función es discriminar si un texto pertenece o no a la
esfera de la literatura. La ficcionalidad es un acto de simulación o más
precisamente de mímesis, para decirlo con Paul Ricoeur —Temps et
récit— que retoma un antiguo concepto aristotélico trabajado por
Erich Auerbach en Mímesis. La representación de la realidad en la
literatura occidental. De ordinario, la literatura es entendida como
“representación”, pero bien visto se trata de un poder discursivo capaz
de crear: de creación artística de una nueva realidad. La ficción
mimética crea mundos posibles a partir del principio de verosimilitud.
Y lo verosímil es lo que podría llegar a pasar en la realidad pero que no
necesariamente acontece. Complementariamente, Jean-Paul Sartre
—¿Qué es la literatura?— enfatizaba que la literatura tiene una función
social porque cada uno de los signos que integran un texto ha pasado
de los labios de uno a los oídos de otro, porque ha sido motivo de
contactos repetidos entre diferentes miembros de una comunidad. Y
en otro orden de cosas, la literatura —como la filosofía o el arte
también—pueden funcionar como contra-laboratorios virtuales de
producción de realidad. Y la realidad que en este número de
Cuestiones criminales empalmamos con la institución literatura es
aquella de la violencia.

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Publicado

2025-07-27